¿Te has dicho alguna vez “este año empiezo a cuidarme” pero en realidad nunca lo haces?
Es porque muchas veces queremos un cambio drástico y no empezamos una transición lenta en nuestros hábitos. Te mostramos cómo iniciar una vida más saludable sin morir en el intento
- Establece metas claras y alcanzables. Es importante tener objetivos específicos y medibles para poder hacer un seguimiento de tu progreso y motivarte a seguir adelante
- Encuentra una compañía de entrenamiento o únete a un grupo de motivación. Tener un grupo de personas con intereses similares puede ayudarte a ser más constante y cumplir tus compromisos de entrenamiento
- Haz de tu entrenamiento y alimentación saludable una prioridad. Programa y respeta tus entrenamientos y prepara tu comida con anterioridad para asegurarte de que tienes tiempo suficiente para hacerlo y evitar la tentación de saltarte tus sesiones de entrenamiento o comer alimentos poco saludables.
Año nuevo, vida nueva.
Empezar a tener una vida más sana es uno de los objetivos principales al de muchas personas al iniciar un nuevo año pero sabemos que no es tarea fácil y menos cuando no sabemos cómo y por donde empezar. Te enseñaremos algunos hábitos que puedes aplicar poco a poco en tu vida para que ese objetivo se convierta en un hecho.
- Ve al gimnasio o empieza a estar en movimiento. Este hábito es uno de los más importantes y fundamentales para tener una vida sana; no es necesario que inicies con una rutina muy exigente o pesada, haz el ejercicio o la actividad física con la que te sientas mejor. Lo importante es que puedas estar en movimiento.
- Practica un deporte. La idea es que puedas optar por alguna disciplina que te guste y te motive a seguir haciéndola ya sea asolas o en grupo. Recuerda que lo recomendado es que te ejercites al menos una vez por semana, tú eliges en qué frecuencia.
- Organiza tus comidas. Una alimentación sana y balanceada es muy importante si quieres darle un giro a tu vida. Trata de contar con el apoyo de un profesional que te pueda ayudar a elaborar un plan detallado de lo que deberías o no comer. Poco a poco, te darás cuenta que comer sano y rico si es posible y quitarás de tu mente los prejuicios sobre las frutas o verduras y disfrutaras de las miles de recetas exquisitas que se pueden preparar con estas.
- Cuida tu salud mental. Las relaciones sociales son muy importantes para una vida saludable. No basta con cuidar solo tu cuerpo, debes cuidar tu mente; es importante que te des cuenta que asistir al psicólogo no es solamente para las personas que están “locas” y que todxs necesitamos un espacio para desahogarnos. Los terapeutas pueden darte algunos recursos para resolver tus problemas.
- Evita el alcohol, los cigarrillos y las drogas. Parte de llevar una vida sana es tener claro qué hace bien a tu cuerpo y qué no. Es fundamental que puedas alejarte o disminuir aquellas sustancias tóxicas que pueden generar graves problemas en tu cuerpo. Ahora bien, sí es cierto que algunos productos como el alcohol, se pueden tomar de manera moderada. Es tu responsabilidad medir la cantidad de alcohol que consumes para no generar consecuencias negativas en tu salud.
- Controla tu peso regularmente. Para llevar una vida sana es necesario que regules tu peso y no solo por un objetivo estético, sino por la salud de tu organismo. Si aumentas de peso de forma constantes es posible que tengas algún problema médico sin resolver.
- Realízate chequeos anualmente. Tener una vida saludable, implica amigarse con el médico, se trata de llevar una medición de la salud de tu cuerpo. Si te ejercitas, es importante que puedas realizarte estudios cardiológicos una vez al año, aproximadamente. Lo mismo sucede con el análisis de sangre, que puede ayudar a prevenir posibles enfermedades a tiempo. Además, no te olvides de tener un profesional de cabecera para realizar cualquier consulta.
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